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Soy Astral x Root: Trigono de Agosto | Romper patrones limitantes y abrazar nuestra autenticidad.

  • 27 ago 2024
  • 2 Min. de lectura

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El final de agosto de 2024 trae consigo una energía cósmica potente, que nos invita a profundizar en el amor propio y a liberar las cadenas que nos han mantenido atados. Este momento cósmico, marcado por el trígono entre Urano y Venus el 26 de agosto, es una oportunidad única para romper con patrones limitantes y abrazar nuestra autenticidad.


Soy Astral x Root: Trigono de Agosto
Un trígono es un aspecto astrológico que representa armonía y fluidez entre dos planetas.

En este caso, Urano, el planeta de la innovación, la libertad y el cambio repentino, forma un trígono con Venus, el planeta del amor, la belleza y los valores. Este alineamiento crea una corriente de energía que nos impulsa a romper con limitaciones, especialmente en temas relacionados con el amor, las relaciones y nuestra propia percepción.


Soy Astral x Root: Trigono de Agosto

Este trígono nos enfrenta a una verdad esencial: para poder amar plenamente a otros y a nosotros mismos, debemos liberarnos de las expectativas y limitaciones que nos hemos impuesto.

Esto puede significar el fin de relaciones tóxicas o dependientes, donde hemos sacrificado nuestra autenticidad por el miedo a estar solos o a no ser suficientes.

Pero no solo se trata de relaciones externas. También es un momento para revisar nuestra relación con nosotros mismos. Muchas veces, las cadenas más fuertes son las que nosotros mismos creamos a través de expectativas irreales, autocrítica y una percepción nublada por la comparación con otros.


Soy Astral x Root: Trigono de Agosto

Este encuentro entre Urano y Venus no es solo un momento de liberación, sino también de renacimiento.

Al soltar lo que nos pesa, creamos espacio para que nuevas oportunidades, relaciones y formas de ser entren en nuestra vida. Es un recordatorio de que la verdadera liberación no es solo la ausencia de cadenas, sino la presencia de posibilidades infinitas.


A un lado de todo esto, nos estamos acercando al final de la retrogradación de Mercurio y Venus misma está por pasar a su propio signo Libra, lo que nos ayudará a reavivar el deseo de armonía y optimismo desde unos ojos justos.


El mes quizás fue complicado y se sintió como manejar un coche con las llantas ponchadas, sin embargo hay que apreciar todo lo aprendido en ese proceso de trabas, pues con ese conocimiento es que podremos seguir caminando siendo y brillando auténticamente.


-Andrea.

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